13 noviembre 2009
40.000 personas están infectadas por el VIH en España y lo desconocen

Un
pinchazo en el dedo, un cuestionario y 20 minutos. Es todo lo que ha necesitado
Pietro para quedarse tranquilo, para saber que en su última relación no le
transmitieron el VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana). Este italiano
de Palermo afirma que siempre «intento tomar precauciones en mis
encuentros sexuales, porque no me fío de nadie», pero aún así
«prefiero hacerme la prueba del sida, por si acaso».


Por eso se ha
acercado a la unidad móvil que ha instalado la Asociación Madrid Positivo -en
colaboración con el Plan Nacional del Sida- en la Universidad Complutense de
Madrid. Allí, tras firmar un consentimiento y rellenar un formulario con
preguntas relativas, sobre todo, a sus prácticas sexuales, un equipo sanitario
cualificado le ha realizado la prueba rápida del VIH. Tras poco más de un
cuarto de hora, se obtiene un resultado igual de fiable que si se hiciera el
test en un centro sanitario.

A sus 24
años, Pietro tomó conciencia del sida cuando tuvo una relación de riesgo. Se
asustó. Mucho. Y decidió realizarse la prueba para acabar con su angustia. Fue
la primera vez. «Desde entonces tengo presente que cualquiera puede
transmitir la infección», reconoce este estudiante de español, que ha
aprovechado la iniciativa de la ONG para realizarse su segundo test y
«salir de dudas».

En España se
hacen más de 1.000.000 de pruebas cada año, pero no es suficiente. Se estima
que alrededor de 40.000 personas pueden tener el virus sin saberlo. Ellas son
responsables del 54% de las nuevas infecciones, pues no toman las medidas de
precaución necesarias porque no son conscientes de que están poniendo en riesgo
a sus parejas.

«Es muy
importante recordar que la infección por VIH existe, que cualquiera puede
adquirirla y que la prueba es la única medida que tenemos para detectar la
situación a tiempo», explica Jorge Gutiérrez, presidente de Madrid
Positivo. Y para concienciar de ello a la población, han decidido sacar el test
a la calle, «donde los realizamos de forma totalmente anónima y
confidencial».

Junto a la
unidad donde realizan las pruebas rápidas, el Instituto de Salud Carlos III
está llevando a cabo un estudio paralelo. Evalúan si sería posible que la gente
se hiciera el test en casa. «Lo que queremos ver es si las personas son
capaces de realizarse la prueba como si fuera un test de embarazo y si saben
leer los resultados», explica Luis de la Fuente, del Centro Nacional de
Epidemiología. En caso de que diera positivo, «tendrían que acudir a
confirmarlo al hospital, al igual que ocurriría si estuvieran esperando un
bebé», dice.

Una epidemia
en aumento.

«Realizarse
la prueba es fundamental, porque el 40% de los diagnósticos actuales son
tardíos, lo que conlleva un retraso en el inicio del tratamiento y un aumento
de la aparición de enfermedades oportunistas», indica Gutiérrez, quien
recuerda que el 80% de los nuevos casos en España han sido infectados por vía sexual.

«Mientras
no exista una vacuna, la epidemia irá en aumento. Por eso es importante
insistir en las medidas de prevención: hacerse la prueba, utilizar preservativo
y saber que los tratamientos son eficaces si se toman a tiempo, que son de por
vida y no se pueden dejar», destaca.

Además de la
posibilidad de hacerse las pruebas, los que se acerquen a la unidad móvil
recibirán preservativos e información sobre el virus y otras enfermedades de transmisión
sexual. De ello se encarga David, un voluntario que reparte los folletos, los
condones y explica a todo aquel que le quiera escuchar en qué consiste el test,
cuáles son las principales vías de transmisión del virus, entre otras cosas.
También resuelve las dudas sobre el tema.

Al margen de
estas iniciativas puntuales, los ciudadanos pueden realizarse la prueba de
forma gratuita y confidencial en los centros de Atención Primaria, centros de
planificación familiar y centros de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Asimismo, en muchas ciudades existen centros -generalmente de ETS- donde hacen
el test, si se desea, de forma totalmente anónima, sin presentar ningún tipo de
documentación. Algunas ONG también ofrecen esta posibilidad.