24 julio 2009
Bolivia pide a la ONU que modifique su política respecto a la masticación de hoja de coca

Evo Morales, presidente de Bolivia, ha enviado una solicitud formal al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, para que se eliminen los artículos 49(c) y49(e) de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, que disponen explícitamente que “la masticación de hoja de coca quedará prohibida dentro de los 25 años siguientes a la entrada en vigor de la presente Convención” (que entró en vigor en diciembre de 1964). La solicitud se discutirá el 30 de julio en la reunión anual del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC)  


Añadir esta petición en la agenda del ECOSOC es un procedimiento
indispensable para todas las propuestas de enmienda y actualmente
consta en el punto 14 (d), sobre estupefacientes, de la serie de
sesiones de carácter general.

La única decisión que debe tomar el ECOSOC en este momento es cuál será
el próximo paso del procedimiento: convocar una Conferencia de las
Partes para discutir la propuesta de enmienda o enviarla a todas las
partes de la convención que, a partir de entonces, dispondrán de 18
meses para presentar sus comentarios sobre ella. Si, pasados esos 18
meses, nadie ha expresado objeciones, la enmienda entrará en vigor. De
forma que aún no se trata de decidir sobre la enmienda en sí, sino
sobre cuál de estas dos opciones se seguirá.

La petición ha generado bastante confusión entre los responsables de la
formulación de políticas, que temen que pueda entrañar la reducción de
los controles sobre la coca, incluida aquella que se dedica a la
producción de cocaína. Esto podría llevar a que determinados países
expresen ya sus objeciones y pongan obstáculos durante esta primera
fase del proceso. Para aclarar qué es lo que realmente está en juego en
la reunión del ECOSOC, presentamos a continuación los puntos clave.

  1. Una Conferencia de las Partes es un instrumento farragoso y costoso
    que, en el caso de la Convención Única de 1961, sólo se ha convocado
    una vez, con motivo del gran número de enmiendas de 1972. La propuesta
    de enmienda de Bolivia es una petición relativamente menor con el
    objetivo de suprimir dos incisos obsoletos que tratan exclusivamente
    sobre la masticación de la hoja de coca.
  2. En caso de adoptarse, la enmienda no cambiaría nada de los actuales
    controles sobre la hoja de coca, que seguiría fiscalizada en virtud de
    la Lista I. Eliminar la hoja de coca de las listas, un procedimiento
    que Bolivia anunció que iniciaría oficialmente este mismo año, es un
    proceso totalmente distinto que exige la participación del Comité de
    Expertos de la OMS y, posteriormente, la aprobación de la Comisión de
    Estupefacientes (CND) y del ECOSOC. Consideramos que es improbable que
    una decisión basada en las recomendaciones de la OMS aparezca en la
    agenda de la CND antes de 2012, aunque es muy posible que la petición
    formal por parte de Bolivia y el inicio del proceso tengan lugar antes
    de que acabe el año.
  3. La supresión de los dos incisos representa, en gran medida, una
    medida simbólica, aunque no por eso deja de ser importante. Esos
    fragmentos ilustran la contradicción más evidente entre los tratados de
    1961 y 1988 (cuyo artículo 14 b alude a que se “tendrán debidamente en
    cuenta los usos tradicionales lícitos”) y la Junta Internacional de
    Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) suele citarlos para exigir a
    los países andinos (y Argentina) que “eliminen los usos de la hoja de coca, incluida la masticación”,
    exigencia que cada vez se entiende más como un insulto a la ancestral
    cultura andina. Eliminar esas referencias de los tratados supone
    corregir la falta de sensibilidad cultural que imperaba en el momento
    de las negociaciones para la convención y reconocer que, en su día, se
    cometió un error histórico. Desde entonces, se ha producido un
    movimiento de emancipación indígena en la región andina, cuya expresión
    política se ha plasmado en la elección de Evo Morales como presidente
    de Bolivia. La inclusión de la hoja de coca como herencia cultural en
    la nueva Constitución boliviana es otro de los motivos por los que
    Bolivia no puede aceptar ser parte de unas convenciones que disponen
    que es necesario acabar con la masticación de la coca.
  4. Así, instamos a las delegaciones ante el ECOSOC a optar por enviar
    la petición de enmienda a las partes y, posteriormente, a no expresar
    objeciones para que ésta entre en vigor en 18 meses. Para entonces,
    cabe esperar que la cuestión de la eliminación de la hoja de coca de
    las listas de fiscalización ya esté en marcha mediante un procedimiento
    distinto.