RECONOCIENDO los esfuerzos de los países de la
región en el ámbito nacional y en el de la cooperación regional y
bilateral en el combate contra las drogas ilícitas y sus delitos
conexos;
RECONOCIENDO los esfuerzos realizados por los
países que participaron en la pasada Cumbre Regional sobre Drogas,
Seguridad y Cooperación, celebrada en Santo Domingo en marzo de 2007,
tomando como base las acciones que llevan a cabo los países en el marco
de la ONU, de la OEA, así como mecanismos e iniciativas regionales,
subregionales y bilaterales en materia de intercambio de información,
experiencias, capacitación y fortalecimiento institucional;
RECONOCIENDO los esfuerzos realizados por los
Estados Miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y
por el Consejo de Ministros de Seguridad Nacional y Observancia de la
Ley (CONSLE) de CARICOM en la formulación y aprobación,
respectivamente, de la Estrategia de Seguridad Centroamérica y México y
Plan de Acción para la región centroamericana, así como de la
Estrategia y Plan de Acción Regional del CONSLE, que contienen una
serie de iniciativas contra el tráfico ilícito de drogas y sus delitos
conexos y el crimen organizado trasnacional;
REAFIRMANDO que el combate al Problema Mundial de
las Drogas y sus delitos conexos debe ser abordado bajo el principio de
la responsabilidad común y compartida, a efecto de que cada Estado
asuma con decisión y voluntad política su compromiso en esta materia;
REAFIRMANDO también, que el combate al Problema
Mundial de las Drogas y sus delitos conexos deben ser abordados con el
pleno respeto a los propósitos y principios consagrados en la Carta de
las Naciones Unidas;
REAFIRMANDO asimismo los compromisos asumidos por
los Estados miembros en la Declaración Política adoptada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en su XX período
extraordinario de sesiones dedicado a la acción común para
contrarrestar el problema mundial de las drogas y destacando la
importancia de los trabajos que se adelantan en la revisión de la
Declaración, en la cual los Estados reconocen que la acción contra el
problema mundial de las drogas es una responsabilidad común y
compartida que exige un planteamiento multilateral, integral y
equilibrado;
REAFIRMANDO la preocupación por la creciente violencia que se pueda presentar por la producción y tráfico ilícito de drogas y armas;
RECONOCIENDO que a pesar de los redoblados
esfuerzos de los Estados, la sociedad civil, y los organismos
multilaterales a nivel regional, birregional, hemisférico y global,
para combatir el problema mundial de las drogas y los delitos conexos,
estos continúan siendo una amenaza para la seguridad y el desarrollo;
REAFIRMANDO la preocupación por las nuevas
tendencias y patrones mundiales y regionales mostrados por el tráfico
de drogas ilícitas, de origen natural y sintético, químicos,
precursores y otras sustancias utilizadas en la producción de drogas
ilícitas;
RECONOCIENDO que la cooperación internacional en la
lucha contra la producción, el tráfico y consumo de drogas y la actual
magnitud del problema que afecta la región, demanda un mayor apoyo
financiero, tecnológico y de capacitación conforme a las prioridades
determinadas por nuestros Estados;
RECONOCIENDO la importancia de promover una
cooperación efectiva y en tiempo real entre las autoridades
competentes, con miras a fortalecer la capacidad de respuesta para el
control del tráfico ilícito de drogas, químicos, precursores y otras
sustancias utilizadas en la producción de drogas ilícitas, en virtud de
la presente Declaración y del Plan de Acción anexo y los compromisos
internacionales asumidos por nuestros Estados;
PREOCUPADOS por los enormes costos y sacrificios
nacionales en términos de vidas humanas y costo social en general que
genera la lucha contra el problema mundial de las drogas y sus delitos
conexos;
PREOCUPADOS así mismo por el grave impacto
ambiental, en ecosistemas considerados vitales, generado por la tala y
quema de grandes áreas de bosque destinadas a los cultivos ilícitos,
procesamiento, construcción de pistas, astilleros y embarcaderos
clandestinos; dinámica que contribuye a la destrucción del hábitat de
innumerables especies de fauna y flora, que pone en riesgo el potencial
genético allí presente, y contamina suelos y aguas como resultado del
uso y vertimiento indiscriminado de sustancias químicas;
ENFATIZANDO la pertinencia de los trabajos de
órganos y mecanismos vigentes, en especial los de la Comisión
Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), y su
Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM), que permite a los Estados
participantes tener una mejor comprensión del problema mundial de las
drogas a nivel hemisférico, valorar los esfuerzos regionales para
actuar de manera adecuada, reconocer los progresos y establecer las
políticas hacia el futuro;
REAFIRMANDO el compromiso de la Comunidad
Internacional de considerar el desarrollo alternativo, integral,
preventivo y sostenible, como un medio para reducir la oferta y
desestimular el tráfico ilícito de drogas, mediante la planificación de
acciones de erradicación previa y una política de cero cultivos
ilícitos, para afianzar las comunidades y territorios afectados por los
cultivos ilícitos y aquellos que se encuentran bajo su amenaza como
parte esencial de la estrategia contra el problema mundial de las
drogas, de conformidad con sus políticas nacionales;
RECONOCIENDO la importancia de facilitar la
participación plena en los procesos y mecanismos de cooperación
regional para enfrentar el problema mundial de las drogas y sus delitos
conexos, a todos los Estados que expresen su voluntad de hacerlo;
REAFIRMANDO el compromiso que existe de fortalecer
las relaciones entre los países de nuestra región para hacer frente al
problema mundial de las drogas y sus delitos conexos, que atentan
contra la seguridad de nuestras sociedades e instituciones;
DECLARAN QUE:
1. La lucha contra el Problema Mundial de las
Drogas es una responsabilidad común y compartida que debe encararse de
manera coordinada en todos los eslabones de la cadena: demanda,
producción, tráfico, distribución, desvío de precursores químicos y
otras sustancias utilizadas en la producción de drogas ilícitas, lavado
de activos y demás delitos conexos;
2. Debe existir un equilibrio entre la reducción de
la demanda y el control de la oferta, de forma que ambas tareas se
refuercen mutuamente, en el marco de los compromisos asumidos en la
Declaración Política y en el Plan de Acción adoptados en el XX período
extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, dedicado a la acción común para contrarrestar el problema
mundial de las drogas (SEAGNU 98);
3. El fortalecimiento de la cooperación regional
en este ámbito, debe continuar fundado en el pleno respeto a los
principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho
Internacional y la legislación interna de los Estados;
4. Es importante fortalecer, de acuerdo con las
legislaciones internas de los Estados y con pleno respeto a su
jurisdicción, la cooperación entre las autoridades judiciales,
particularmente en lo referente a asistencia judicial mutua en materia
penal, así como entre autoridades policiales y demás entidades
competentes de los países de la región, sobre la base de la no
injerencia en los asuntos internos de los Estados, el respeto a la
soberanía y la autodeterminación de los pueblos a todos los niveles,
para prevenir y combatir el tráfico ilícito de drogas por vía aérea,
marítima, portuaria, fronteriza; así como el tráfico ilícito de armas,
el lavado de activos, el desvío de precursores químicos fiscalizados y
de productos terminados que los contengan;
5. Acuerdan continuar trabajando en la adecuación
de las medidas adoptadas nacionalmente con arreglo a los instrumentos
internacionales pertinentes, a fin de impedir que la delincuencia
organizada adquiera y utilice armas de fuego y municiones, así como a
establecer y compartir bases de datos sobre armas de fuego, municiones
y explosivos incautados a la delincuencia organizada;
6. Es importante fortalecer y actualizar los
mecanismos de cooperación ya existentes para prevenir el desvío de
precursores y sustancias químicas sujetas a fiscalización internacional
que son utilizadas en la fabricación de drogas ilícitas tales como las
acciones llevadas a cabo bajo el marco de la Junta Internacional de
Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en especial la notificación
previa a la exportación de tales sustancias;
7. Se comprometen a impulsar la creación o el
fortalecimiento de observatorios nacionales de drogas en los países de
la región y a trabajar, según corresponda, conjuntamente con el
Observatorio Interamericano de Drogas de la CICAD u otras instancias de
cooperación bilateral o multilateral que faciliten la participación de
los Estados interesados, con el propósito de desarrollar sistemas de
información y estadísticas que apoyen la toma de decisiones y
definición de políticas nacionales para contrarrestar el problema
mundial de las drogas y sus delitos conexos;
8. Se comprometen a compartir las experiencias
aprendidas y las mejores prácticas, que han desarrollado nuestros
países, en el marco de los Organismos internacionales, regionales,
subregionales y bilaterales especializados en materia de lucha contra
el Problema Mundial de las Drogas y sus delitos conexos;
9. Es importante fortalecer las acciones en materia
de reducción del uso de drogas ilícitas y el uso indebido de drogas
lícitas prestando especial atención a la prevención, educación,
tratamiento, rehabilitación y reinserción social a través de campañas
de sensibilización pública, por lo que se comprometen a reforzar dentro
de los programas nacionales antidrogas, sus subprogramas y/o
iniciativas que coadyuven a la reducción de la demanda de drogas;
10. Reafirman el compromiso para fortalecer los
mecanismos de coordinación e intercambio de experiencias entre los
países de la región en aspectos técnicos e institucionales, para lograr
la reducción de cultivos ilícitos y la producción de drogas ilícitas, y
promover acciones para la recuperación y consolidación de los
ecosistemas frágiles afectados por los cultivos ilícitos, mediante el
apoyo de la cooperación internacional;
11. Hacen un llamado urgente a los Gobiernos
donantes así como a los organismos multilaterales, instituciones
financieras internacionales y regionales, para que incrementen la
asistencia financiera, técnica y de capacitación otorgada a nuestros
países de conformidad con el principio de responsabilidad común y
compartida y como muestra de su compromiso en la lucha contra el
problema mundial de las drogas;
12. Reconocen, en este contexto, la necesidad de
una cooperación adicional a los países que sin ser productores, ni
consumidores significativos de drogas, realizan grandes y costosos
esfuerzos para combatir el tráfico;
13. Reiteran la voluntad de trabajar en el proceso
de revisión de los compromisos adoptados en el XX período
extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas (SEAGNU), dedicado a la acción común para contrarrestar el
problema mundial de las drogas y participar activamente en los trabajos
previos y en el segmento de alto nivel que tendrá lugar en el marco de
la 52 Comisión de Estupefacientes, a celebrarse en marzo de 2009;
14. Instruyen a las entidades competentes de sus
Estados para que implementen el Plan de Acción, parte integral de esta
Declaración, de conformidad con su legislación nacional, y tomando en
cuenta las acciones que se realizan en el ámbito de la ONU y OEA; a fin
de contrarrestar el problema mundial de las drogas ilícitas y sus
delitos conexos, con el propósito de contribuir a la seguridad de la
región;
15. Los Estados firmantes de esta Declaración se
comprometen a dar seguimiento y cumplir los compromisos establecidos en
la presente Declaración y en su Plan de Acción;
Los Jefes de Estado y/o de Gobierno y/o Jefes de Delegación
expresan sus sentimientos de gratitud y afecto por las atenciones de
que fueron objeto durante su visita a Colombia por parte del Gobierno y
el pueblo de Colombia.
Hecho en Cartagena de Indias, el primer (1) día del mes de agosto
del año dos mil ocho (2008), en tres ejemplares originales en español,
francés e inglés, siendo cada ejemplar igualmente auténtico.