02 septiembre 2010
El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) exige que la futura Ley Antitabaco sea aun más restrictiva

El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) exige que la futura Ley Antitabaco, cuya reforma se tramita en el Congreso de los Diputados, debe prohibir a bares, restaurantes y kioscos vender tabaco. A juicio de los profesionales sanitarios, sólo los estancos deberían poder suministrar cigarrillos. El CNPT, formado por decenas de sociedades médicas y asociaciones de profesionales de la salud, ha enviado a los grupos parlamentarios un documento con sus propuestas. Su objetivo es que los partidos incluyan estas medidas como enmiendas a la proposición de ley que endurecerá la actual Ley Antitabaco, en vigor desde 2005. La norma actual y la propuesta de reforma que el Gobierno presentó en junio en la Cámara Baja con el apoyo de IU permite la venta de tabaco en los locales de ocio que permiten fumar.


El comité insiste además en que se deben reforzar las tareas de inspección para garantizar el cumplimiento de la futura norma. Para ello, pretende que la policía y los equipos de inspección del Ministerio de Trabajo vigilen que los locales cumplen la ley y tengan capacidad sancionadora.

No obstante, según explica el portavoz del CNPT, Rodrigo Córdoba, que en las últimas semanas se ha reunido con los responsables de los grupos parlamentarios para hacerles llegar su iniciativa, «regular la inspección» es uno de los puntos que recoge menos apoyos. Córdoba critica que tanto Trabajo como las fuerzas de seguridad se pasan mutuamente la patata caliente de la responsabilidad sobre este asunto.

En cambio, Córdoba confía en que los partidos se pongan de acuerdo en regular hasta qué punto se podrá fumar en los clubes de fumadores.

La proposición de ley no aborda el tema y por tanto deja las cosas tal y como estaban: se consideran espacios privados.

El comité señala que en esos espacios, aunque sean privados, se suele contratar a camareros para que sirvan copas e incluso comidas, y que tampoco se tiene en cuenta que los niños que acceden al local con sus padres se someten al humo del tabaco. Por ello, considera que si se permite fumar en los clubes de fumadores, se prohíba contratar a camareros, que se sirva comida o que entren en ellos menores de edad.