24 julio 2009
El descenso del consumo de heroína disminuye la incidencia de la tuberculosis en España
El descenso del consumo de heroína en España en los últimos años ha
influido en la disminución de la incidencia de la tuberculosis, según
las conclusiones de un estudio publicado por los profesores del
departamento de Estadística de la Universitat de Barcelona (UB), Martín
Ríos y Toni Monleón-Getino.
En España se contabilizaron 5.629 casos de tuberculosis en 2008,
según datos provisionales del Centro Nacional de Epidemiología (CNE),
176 menos que en 2007 y 232 menos que en 2006, cifras que se han de
tomar con reserva, ya que se considera que el 30 por ciento de los
casos no son diagnosticados.
Ríos y Monleón consideraron, en un comunicado hecho publico hoy,
que en los últimos años la incidencia de la enfermedad ha disminuido a
raíz de los cambios sociales en el consumo de drogas, en especial de
heroína, cuyo uso aumentó en España durante los años ochenta.
La cantidad de personas que empiezan a consumir heroína en España
es actualmente un 95 por ciento menor que en 1982, según datos del
Instituto Municipal de Investigación Médica del Hospital del Mar
(IMIM-Hospital del Mar), recogidos por Europa Press.
El estudio de los profesores de la UB, que analiza la incidencia
de la tuberculosis en los 52 países de la región europea de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), determina que Turquía y
Portugal son los países con más casos de la enfermedad al oeste de
Europa, mientras que al este Bosnia Herzegovina, Rumanía y el antiguo
bloque soviético son los lugares más castigados.
«La tuberculosis es una enfermedad social que refleja bolsas de
pobreza y marginación, los movimientos migratorios y el efecto de las
guerras», afirmó Monleón-Getino, quien también apuntó que los índices
de tuberculosis son un buen indicador de la calidad de la cobertura
sanitaria de un país.
Los investigadores calculan que una tercera parte de la población
mundial está infectada por el bacilo de Koch, la bacteria causante de
la tuberculosis, aunque afirman que sólo del 5 al 10 por ciento de los
afectados desarrollan la enfermedad o pueden contagiarla.