El Gobierno británico, presidido por el laborista Gordon Brown, va a proponer al Parlamento una reforma legislativa que vuelva a situar el cannabis como droga de peligrosidad B, después de que hace dos años su peligrosidad fuera rebajada a nivel C
Los expertos del Consejo Asesor sobre el mal Uso de Drogas consideran que no hay razones para este cambio legislativo y acabar con la despenalización del cannabis, y achacan a motivos políticos la propuesta gubernamental.
Cuando entre en vigor la reforma, el cannabis quedará equiparado a las anfetaminas.
El Gobierno ha justificado la medida por el incremento del consumo de un cannabis de cultivo casero conocido como skunk que es tres veces más fuerte que el cannabis tradicional. Los expertos rechazan que esta sustancia sea más fuerte que la droga tradicional.
La despenazlización del consumo de cannabis fue impulsada hace tres años por la propia policía, al considera que había asuntos más importantes y urgentes que perseguir a los fumadores de porros.
