29 diciembre 2009
Repunta el consumo de tabaco en España

El 31,5% de los españoles mayores de 16 años reconoce haber fumado
tabaco en el último año, bien de forma habitual u ocasionalmente, según
los datos provisionales de la Encuesta Europea de Salud en España del
Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que refleja un “ligero
repunte” del consumo de tabaco con respecto a los últimos datos
disponibles


En comparación con el anterior informe, relativo a marzo de 2008, el
porcentaje de fumadores aumenta dos puntos porcentuales en el último
año y medio. En aquella encuesta se declaraban fumadores habituales u
ocasionales el 29,5% de la población.

La encuesta, que contó con una muestra de un total de 22.176
viviendas, constata que el 27,3% de la población fuma a diario, siendo
mayor el porcentaje de consumidores de tabaco varones (32,5%, frente al
22,2% de mujeres). Además, hay que añadir un 4,21% más de la población
que fuma de forma puntual, el 4,5% de los hombres y el 3,9% de las
mujeres.

Por otro lado, el porcentaje de ex fumadores permanece estable, ya
que se consideran como tales uno de cada cinco ciudadanos (20,17%
frente al 20,5% de la última encuesta), siendo también más los varones
(26,4%) que han abandonado el hábito tabáquico que las mujeres (14,1%).

Asimismo, el 48,3% de la población reconoce no haber fumado tabaco
nunca, un porcentaje que es mucho mayor entre las mujeres (36,54%) que
entre los hombres (59,73%).

Con el objetivo de que este repunte no vaya a más, la ministra de
Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, anunció la semana pasada
que en el primer semestre de 2010 se endurecerá la actual Ley de
medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el
suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, que
entró en vigor en enero de 2006.

De este modo, y coincidiendo con la Presidencia Europea de España,
Sanidad pretende ampliar la prohibición del consumo de tabaco a todos
los espacios públicos cerrados, una medida que cuenta con el apoyo de
sociedades médicas y, por contra, ha encontrado una fuerte oposición
dentro del sector de la hostelería, ya que afectará a todos los
restaurantes, bares y cafeterías.