11 noviembre 2009
UNAD y el Defensor del Menor de Madrid presentan un estudio sobre el consumo de drogas entre los niños, niñas y adolescentes

Luciano Poyato, presidente de UNAD, y Arturo Canalda, Defensor del menor de la Comunidad Autónoma de Madrid, han presentado la Investigación sobre prevención de consumo de drogas en niños y
adolescentes de la Comunidad de Madrid, en la que se señala que más del 80% de los padres
dice que habla con sus hijos sobre drogas porque consideran que son los más
indicados para ello; de los profesores sólo lo hace un 48% ya que creen que es
una tarea de los padres y no se sienten suficientemente formados

 


UNAD, con el apoyo técnico de CIFAT, ha elaborado la Investigación sobre prevención de consumo de drogas en niños y
adolescentes de la Comunidad de Madrid, para el Defensor del menor de la Comunidad Autónoma.

Los datos más destacados del informe son:

  • Más del 80% de los padres
    dice que habla con sus hijos sobre drogas porque consideran que son los más
    indicados para ello; de los profesores sólo lo hace un 48% ya que creen que es
    una tarea de los padres y no se sienten suficientemente formados
  • Los adolescentes prefieren
    recurrir a profesionales médicos y personas que tengan contacto con drogas para
    hablar del tema; los alumnos de Primaria prefieren hacerlo con los padres
  • El 22% de alumnos de
    Primaria dice haber probado el alcohol; en Secundaria, un 67%
  • Los escolares manifiestan
    no conocer ni recordar campañas de prevención mientras que padres y profesores
    participan poco en actividades preventivas y de formación

Los escolares madrileños conocen muchos tipos de
drogas aunque consideran que deberían tener más información, especialmente sobre los efectos que las drogas producen.
Esta es una de las conclusiones extraídas del estudio realizado para el
Defensor del Menor por UNAD (Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al
Drogodependiente). La investigación se ha basado en una encuesta realizada en
varios colegios e institutos de la
Comunidad de Madrid. En total, se ha entrevistado a 600 escolares, de Primaria
y Secundaria, 90 padres y 90 profesores. Un estudio similar se realizó en el
año 2001, por lo que éste permite comparar datos y ver la evolución producida
en algunos aspectos.

Las cuestiones sobre las que se ha preguntado a
los entrevistados han abarcado, básicamente, cuatro aspectos: la información
que reciben sobre las drogas, la percepción que tienen de las mismas, los
hábitos de consumo y el conocimiento y participación en campañas de prevención.

Los escolares de Educación Primaria dicen que
reciben información básicamente a través de la televisión, mientras que los de
Secundaria la reciben a través de alguna persona que les habla de drogas. La influencia de la televisión es menor
en este tramo de edad, e incluso

baja respecto al estudio
de 2001, en el que se situaba como principal fuente de conocimiento. Las
charlas como modo de informarse sobre drogas son citadas por los alumnos de
Secundaria en 2009 muy por encima de lo que lo eran en 2001.

De
las personas que informan a los escolares sobre drogas, los padres siguen siendo
los más mencionados tanto en Primaria como en Secundaria, seguidos de los
amigos. En el caso de Primaria, los profesores han rebajado el porcentaje como
fuente de información, al contrario
que sucede en Secundaria, que ha aumentado.

El
83% de los padres dice que habla con sus hijos sobre drogas, frente al 48´7% de
profesores que dice hacerlo. Los que no lo hacen, argumentan como razón
principal que consideran que no es el momento (los padres, sobre todo); los
profesores añaden también que creen que no tienen suficiente preparación y
competencia.

Los
alumnos demandan más información sobre tipos de droga y sobre las consecuencias
del consumo de las mismas. Los alumnos de Secundaria añaden también su
inquietud por saber cómo ayudar a un amigo que consume.

A
padres y profesores les interesa más saber por qué se consume y cómo evitar que
lo hagan sus hijos.

 

– Los
alumnos de Secundaria desearían tener más información por parte de
profesionales médicos y de personas que estén en contacto con las drogas; los padres
son citados por un porcentaje pequeño de alumnos (12,4%). En 2001, era el 21%
del alumnado de Secundaria el que decía demandar información de sus padres.

En
Primaria, sin embargo, la fuente de información preferida por los alumnos son
los padres (más del 33,2%), seguidos por profesionales médicos o psicólogos
(23,6%)

Los
alumnos encuestados, en ambos tramos, identifican las sustancias que se les
presentan como drogas, aunque se aprecia cierta confusión en algún aspecto (consideran,
por ejemplo, que el café es una droga).

 

– En
Primaria, el alcohol merece una consideración baja como droga (45%), siendo mucho más alto el porcentaje de
alumnos que considera como tal el tabaco (73,5%). Entre los alumnos de Secundaria, el porcentaje que considera
que el alcohol es una droga se eleva al 64,5%. El tabaco merece tal
consideración para un 83%.

Alcohol
y tabaco son mencionados en ambos grupos de alumnos como drogas fáciles de
conseguir. Más de un 50% de alumnos de Secundaria cree que es fácil conseguir
marihuana y pastillas. Éstas últimas también son mencionadas como de fácil
acceso por el 53% de los alumnos de Primaria.

Respecto
a la preocupación por el consumo, los profesores sienten menos preocupación por
el consumo de tabaco que por otras sustancias mientras que a los padres el alcohol es lo que menos les preocupa (un
63,2% de ellos frente a un 90,7% que mostraban su preocupación en 2001). A los
padres les preocupa más la cocaína, las pastillas o la heroína y a los
profesores, las pastillas, los porros y la cocaína.

Un
42% de alumnos de Primaria dice conocer a alguien que consume drogas. En
Secundaria el porcentaje se eleva a un 76,3%.

 

– Respecto
al consumo propio, casi un 22% de alumnos de Primaria reconoce haber probado el
alcohol y un 8,3% el tabaco, siendo
residual la mención a otras drogas. En Secundaria, el alcohol lo menciona un
67%, el tabaco un 41,2% y aparecen la marihuana (21%) y el hachís (15%).

En
general, los alumnos dicen no conocer campañas contra las drogas. En ambos
grupos, el dato respecto a 2001 es aún más elevado: cada vez más escolares
dicen no tener conocimiento ni recuerdo de estas campañas.

Respecto
a su participación en actividades de prevención, en Secundaria dicen haber
participado el 68,2% de los alumnos y en Primaria el 36%.

La
participación en actividades formativas y/o preventivas es mucho menor en el
caso de padres y profesores: sólo un 18% de los padres y un 31% de los
profesores dicen haber participado. En el caso de los padres, en relación a
2001, el porcentaje ha disminuido un 20%; en el de los profesores, un 10%.

Respecto
a lo que ellos consideran que ayudaría a dejar las drogas, ambos grupos
mencionan ir a un médico o a un centro de atención a drogodependientes,
aunque los alumnos de Secundaria
incorporan la figura del amigo incluso por encima de la del médico (22% cree
que acudir a un amigo, 20% a un médico)

El estudio evidencia la necesidad de realizar más
actividades de formación y prevención en materia de drogas, tanto para los
alumnos como para los padres y profesores, necesitados de información clara y
suficiente para abordar el problema desde su ámbito. En este sentido, se hace imprescindible una mayor coordinación
entre Administraciones y también entre los distintos agentes implicados
(profesores, padres, medios de comunicación…)

La prevención debería comenzarse a edades más
tempranas, sin esperar a situaciones de crisis para abordar los problemas del
consumo de drogas.