26 noviembre 2009
33,4 millones de personas viven con VIH en el mundo

En
dos años, el número de personas que viven con VIH en el mundo ha aumentado en
casi medio millón. Según las nuevas estimaciones publicadas por ONUSIDA y la
Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad hay 33,4 millones de
infectados, frente a los 33 que se contabilizaron en 2007.


Sin embargo,
a pesar de lo que pueda parecer, el dato es positivo. El nuevo informe sobre la
evolución de la epidemia atribuye este incremento al hecho de que los pacientes
seropositivos viven cada vez más, gracias a la mayor disponibilidad de los
tratamientos. Asimismo, destaca que el número de nuevas infecciones se ha
reducido un 17% en los últimos ocho años.

El mayor
progreso a la hora de prevenir la transmisión del virus se ha producido en Asia
Oriental, donde las infecciones han disminuido un 25%. Por su parte, los países
del África Subsahariana registraron durante el pasado año 400.000 infecciones
menos que en 2007 (una reducción del 15%). En Europa del Este, después de un
dramático incremento del sida entre los usuarios de drogas intravenosas, la
situación parece haberse estabilizado, destaca el informe.

También ha
descendido la mortalidad relacionada con esta enfermedad. «El número de
fallecimientos por sida ha disminuido un 10% en los últimos cinco años. Los
fármacos están salvando vidas», señalan desde ONUSIDA.

«La
buena noticia es que tenemos evidencia de que se las infecciones están bajando
algo, gracias en parte a los programas de prevención», ha declarado Michel
Sidibé, Director Ejecutivo del organismo de la ONU, durante la presentación de
las nuevas cifras. «Sin embargo, los datos también muestran que el
progreso está siendo lento y que si no lo hacemos mejor, si no distribuimos
mejor los recursos, no aceleraremos este proceso», afirma.

De hecho,
pese a todos los esfuerzos por controlar la infección, lo cierto es que a lo
largo de 2008, 2,7 millones de personas se infectaron con el virus y otros dos
millones fallecieron por sida. Unos 430.000 bebés nacieron ya infectados por el
VIH, elevando a 2,1 millones la cifra de seropositivos menores de 15 años.

 

Desde que se
identificó la epidemia, a principios de la década de los 80, este patógeno ha
acabado con la vida de 25 millones de personas en todo el mundo. La región del
África Subsahariana es la más afectada y alberga al 69% de la población
seropositiva mundial.

Según el
análisis de ONUSIDA y la OMS, el perfil de la epidemia está cambiando en todo
el mundo. Por ejemplo, en Europa del Este y Asia Central, donde el foco de
infección se centraba hasta hace nada en los drogadictos, ahora se está
extendiendo también a sus parejas a través de la vía sexual. En Asia, la
epidemia ha estado siempre muy vinculada al ámbito de la prostitución, pero en
la actualidad afecta cada vez más a parejas heterosexuales.

El informe
recoge que existen muy pocos programas de prevención del VIH dirigidos a
mayores de 25 años, a parejas casadas o en relaciones estables, viudas y
divorciadas. Pero precisamente en estos grupos, la incidencia del sida empieza
a ser bastante alta, sobre todo en África. En Suazilandia, por ejemplo, las dos
terceras partes de las nuevas infecciones se da en individuos con más de 25
años.

Uno de los
aspectos que destaca este nuevo informe es que el impacto de los programas para
hacer frente al sida es mucho mayor cuando están integrados dentro de otros
servicios de salud y asistencia que cuando se aplican por separado. «El
aislamiento del sida debe llegar a su fin», declara Sidibé.

Los datos
muestran que el sida es un factor clave que incrementa la mortalidad materna.
Sólo en Sudáfrica, alrededor de 50.000 mujeres fallecieron en 2008 por culpa de
la infección por VIH. «La mitad de los fallecimientos femeninos en
Botsuana y Sudáfrica se deben al VIH. La realidad es tan clara que lo único que
nos está diciendo es que debemos unir todos los esfuerzos para mejorar la salud
materna e infantil en estas zonas», indica el director ejecutivo del
organismo de la ONU.

«La
inversión nacional e internacional en programas que luchan contra el sida se ha
concretado en resultados medibles. Pero no podemos dejar que estos avances
caigan en saco roto. No es el momento de parar, sino de redoblar los esfuerzos
para salvar muchas más vidas», ha expresado Margaret Chan, directora
general de la OMS, para quien la crisis económica no puede mermar esta lucha.