07 septiembre 2010
Convención del Tercer Sector de Acción Social 2010

La convención del Tercer Sector pretense ser un espacio en el que se puedan debatir las ideas y propuestas surgidas de éste proceso de trabajo de modo que las entidades del Tercer Sector Social maduren y consensuen propuestas que se eleven al Gobierno y distintas instancias públicas y se presenten al conjunto de la sociedad.


El año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social tiene que servir para que en nuestro país haya una apuesta decidida y sostenible a favor de las personas más excluidas y vulnerables, de modo que cuenten con los servicios y recursos imprescindibles para disfrutar de unas condiciones de vida dignas y participar activamente en la sociedad.

La crisis financiera y económica que estamos viviendo en los tres últimos años, no solamente ha traído como consecuencia un incremente alarmante de la tasas de desempleo, que ha golpeado de modo especial a los jóvenes y a las personas menos cualificadas y más vulnerables, sino una mayor precarización y exclusión de las personas que ya estaban excluidas y la entrada de otras muchas en el círculo de la exclusión.

Ante la situación de crisis prolongada, se ha impuesto en nuestro país y en el conjunto de la Unión Europea un discurso dominante en el que el restablecimiento de los indicadores macroeconómicos y especialmente la reducción del déficit público está determinando y determinará en los próximos años todas las políticas sociales. La consecuencia, no solamente es una reducción drástica de la inversión social, sino el deterioro y la eliminación de muchos servicios que son básicos y esenciales para el apoyo a las personas más vulnerables, en un contexto en el que crecen las desigualdades y se agravan las situaciones de extrema exclusión; muchas personas se pueden ver condenadas generacionalmente no solo a la falta de expectativas vitales sino a perder la oportunidad de vivir con dignidad.

El Consejo Europeo ha aprobado la Estrategia Europea 2020, en la que se marcan los grandes retos de la Unión para la próxima década. En la misma se definen cinco objetivos, entre ellos reducir el número de personas en riesgo de exclusión en 20 millones en Europa y se proponen siete iniciativas emblemáticas, una de las cuales es la Plataforma Europea contra la pobreza, para garantizar la cohesión social y territorial de tal forma que los beneficios del crecimiento y del empleo sean ampliamente compartidos y las personas que sufren de pobreza y exclusión social puedan vivir dignamente y tomar parte activa en la sociedad.

Los Estados miembros de la Unión tienen que preparar para el próximo otoño sus Programas Nacional de Reforma en el marco de la estrategia 2020 y de las consiguientes directrices que se aprobarán el 17 de junio.

El este contexto, la EAPN, la POAS y la Plataforma del Voluntariado han iniciado un proceso de trabajo conjunto que pretende impulsar un Estrategia de Inclusión Social en España para la próxima década, proponiendo los objetivos y medidas clave que la misma ha de tener.

La convención del Tercer Sector pretense ser un espacio en el que se puedan debatir las ideas y propuestas surgidas de éste proceso de trabajo de modo que las entidades del Tercer Sector Social maduren y consensuen propuestas que se eleven al Gobierno y distintas instancias públicas y se presenten al conjunto de la sociedad.

En éste contexto, desde la perspectiva del Tercer Sector es imprescindible que:

  • La lucha contra la pobreza y la exclusión social sea un elemento esencial y prioritario del Programa Nacional de Reforma y de los objetivos y medidas que se establezcan en el mismo.
  • El Tercer Sector Social reivindique con una voz única decidida y clara, la defensa de los derechos de las personas más vulnerables y las medidas que son imprescindibles para que todas tengan el derecho a unos ingresos y servicios mínimos que les permiten vivir con dignidad e incorporarse activamente a la sociedad.
  • El Tercer Sector Social movilice a sus bases y sensibilice al conjunto de la sociedad, recordando que la dignidad de las personas y el derecho a que las mismas puedan participar plenamente en la sociedad, está en la esencia de nuestros valores democráticos y que en consecuencia nuestra sociedad no se puede permitir que se sigan agravando las desigualdades sociales y que cada vez haya más personas en situación vulnerable.