El presidente de la Misión
Interministerial de la Lucha contra la Droga y la Toxicomanía de
Francia, Etienne Apaire, ha señalado que una de sus prioridades es desarrollar estos cursos de
concienciación anticannabis. Apaire argumenta que «la situación actual
no es buena», porque más de cinco millones de franceses han consumido
cannabis alguna vez, 1,2 millones lo consumen con cierta regularidad y
medio millón hacen de él un uso cotidiano.
En
Francia, consumir cannabis es un delito que puede llevar aparejado
hasta un año de cárcel y 3.750 euros de multa. Las nuevas medidas se
aplicarán recurriendo a la ley de prevención de la delincuencia
promulgada el 5 de marzo de 2007, que permite «utilizar procedimientos
rápidos y sanciones más pedagógicas para evitar el atasco de los
tribunales» con casos relacionados con el consumo de droga, explica
Apaire. De esa manera, el fiscal podrá proponer una sanción para el
fumador de porros, como la de someterse a un curso de reeducación, sin
que el afectado haya de comparecer ante un tribunal.
En
los cursos, educadores, psicólogos y responsables de tráfico harán ver
al consumidor de esta droga el peligro que entraña el consumo de
cannabis para su salud y para la seguridad de los demás. La idea de
generalizar estos cursos es consecuencia, precisamente, de los buenos
resultados que están dando los que ya se aplican para recuperar el
carné de conducir entre quienes lo perdieron por conducir consumiendo
drogas