Tovar anunció la desarticulación de este red, formada por 14
colombianos, tres españoles, un cubano y un lituano, tras la
presentación de 91 nuevos guardias civiles que realizarán sus
prácticas en la Región después de terminar su formación en la
academia de Ávila.

La operación denominada «Quindio» se inició hace un año y ha
permitido a los investigadores la detención de estas 19 personas que
formaban una organización «compleja y altamente especializada» en la
que cada uno de sus miembros tenía un cometido específico, explicó
la teniente al mando del grupo de Policía Judicial de Murcia.

Los agentes descubrieron que la banda estaba compuesta por dos
grupos, que introducían, preparaban y distribuían en España la
droga, procedente de Colombia. Además contaban con «cocineros»
(expertos en la manipulación de la cocaína), y productos para su
«corte» entre ellos fenacitina, elemento «prohibido y altamente
cancerígeno», dijo la teniente.

A primeros de julio se realizaron las primeras seis detenciones y
días después la segunda parte de la operación, con once registros
domiciliarios, cinco de ellos de forma simultánea, que dio como
resultado el arresto de otros 13 miembros de la banda.
Los laboratorios estaban situados uno en Elche (Alicante) y dos
en las localidades murcianas de Puerto Lumbreras y Santomera, donde
se localizaron prensas hidráulicas, probetas, planchas de hierro y
fibra, molinillos o batidoras, entre otros útiles.
Los agentes de la Guardia Civil se han incautado de un chalé,
cuatro kilos de cocaína, cantidades de otros estupefacientes; 10
vehículos de alta gama, uno de ellos robado en Alemania; 50
teléfonos móviles, cinco equipos informáticos, además de
televisiones de plasma de grandes dimensiones, cámaras digitales de
vídeo y de fotografía, GPS, así como 2.000 euros en efectivo.

Entre las sustancias para adulterar la droga, con una pureza de
casi el 100 por ciento, los guardias localizaron, además de la
fenacetina y cafeína, productos químicos como éter, acetonas,
disolventes y alcoholes, así como envases y placas metálicas para
confeccionar los paquetes de cocaína de un kilo, que más tarde se
convertían en otro taller en papelinas para la venta a los
consumidores finales.

La investigación, que continúa abierta dada la numerosa
documentación localizada por lo que no se descartan nuevos arrestos,
ha sido dirigida por el juzgado de instrucción número 7 de Murcia.
El delegado del Gobierno felicitó a los agentes de la Policía
Judicial de Murcia por el trabajo realizado y dijo que con ella se
demuestra la eficiencia en la tarea del Cuerpo tanto en esta como en
tantas otras operaciones policiales.