12 agosto 2008
El Plan Nacional sobre Drogas y la DGT recuerdan los efectos del alcohol sobre la conducción

La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y Consumo y la Dirección General
de Tráfico (DGT) han recordado, a una semana del comienzo de la segunda
operación salida del mes de agosto, los riesgos de conducir bajo los
efectos del alcohol


Ambos organismos han editado 800.000 folletos
con el título «Alcohol y otras drogas incompatibles con la conducción»,
como parte de la campaña informativa para prevenir los accidentes de
tráfico. El objetivo de esta campaña, como explicó el ministro de
Sanidad y Consumo, Bernat Soria, durante su presentación en el Hospital
Nacional de Parapléjicos de Toledo el pasado 17 de julio, es reducir en
lo posible un problema social de consecuencias irreversibles.

Aunque
Sanidad y la DGT consideran que las campañas desarrolladas y las
medidas legislativas adoptadas para reducir el número de accidentes
están funcionando, es necesario insistir en la prevención del consumo
de alcohol entre los conductores para reducir los 1.500 muertos y
50.000 heridos que cada año se registran por accidentes de tráfico
relacionados con el consumo de alcohol.

En
el mentado folleto se recuerdan las consecuencias irreversibles que
puede ocasionar el hecho de conducir después de haber consumido alcohol
y drogas. Asimismo, se desmienten ciertas creencias, como que consumir
caramelos, chicles o sprays bucales, beber mucho agua, tomar café o
incluso consumir cocaína, reduzcan la tasa de alcoholemia, y
se insiste en que la única tasa de alcoholemia segura es la de 0,0 gr/l
de alcohol y se recuerda que conducir bajo los efectos del alcohol o de
otras drogas está castigado por la ley y pueden incluso acarrear penas
de prisión.

Sanidad también recuerda
a los padres que viajen con niños que utilicen las medidas de seguridad
homologadas para menores y que lo hagan correctamente. A este respecto,
la DGT advierte de que «cada año, cientos de niños pierden la vida por
la no utilización, o por el uso incorrecto de las sillas de seguridad.
En este sentido, los expertos estiman que el uso correcto de estas
medidas de precaución reduciría el número de muertes por esta causa en
un 75% y se evitarían las lesiones (craneoencefálicas en su mayoría) en
un 90%».