21 noviembre 2008
España comenzará los ensayos de la vacuna de la cocaína en el 2009

Tras superar los pertinentes trámites de la Agencia Europea del Medicamento, España ya cuenta con el visto bueno para iniciar los ensayos de la denominada vacuna de la cocaína, que, pese a su nombre, no es un fármaco para prevenir la adicción a esta sustancia sino, un tratamiento de deshabituación


Es lo que ha anunciado la responsable del Plan Nacional Sobre Drogas, Carmen Moya, quien indicó que en los ensayos, que comenzarán en el primer semestre del 2009, participarán 196 personas(la mayoría de Barcelona,Madrid y Valencia) y una decena de hospitales. El tiempo previsto para la realización de este estudio (en fase IV) es de un año.

La vacuna de la cocaína tiene como objetivo anular los efectos estimulantes que ocasiona el consumo de esta sustancia, explicó el psiquiatra Carlos Álvarez. Contiene una molécula muy parecida a la de la cocaína, pero adulterada para que sea reconocida por el sistema inmune como una sustancia extraña. Así el organismo actuará provocando anticuerpos que impiden a esas moléculas alcanzar el cerebro.

En el último año, según datos del Ministerio de Sanidad, más de 22.000 personas solicitaron tratamientos farmacológicos para deshabituarse de una adicción que, según recoge el informe sobre cocaína elaborado por la Comisión Clínica del departamento que dirige Moya,ha matado a unas 800 personasen el último año. Además, esta droga estaba presente en casi el70% de todas las muertes por consumo de drogas notificadas, casi tres veces más que hace 10 años.

El citado informe recuerda que los órganos más dañados por el consumo de esta sustancia son el corazón y el cerebro. En relación con el primero,advierte que los consumidores habituales de cocaína tienen un riesgo 24 veces mayor de sufrir un infarto de miocardio al que se tiene en una situación normal,riesgo que se prolonga hasta una hora después de su consumo.Los autores del informe constatan también que la mitad de los consumidores (la mayoría de entre15 y 34 años, que consumen para alargar la diversión) pueden desarrollar paranoia al cabo de tres años de consumo regular.