21 agosto 2009
La OMS desaconseja el uso de la homeopatía para el tratamiento del sida o la malaria

La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto de manifiesto su oposición a
utilizar tratamientos homeopáticos para tratar varias enfermedades con un alto
índice de mortalidad: el sida, la tuberculosis, la malaria, la gripe común y la
diarrea infantil. Y lo ha hecho en respuesta a una carta abierta que en junio
un grupo de médicos e investigadores de Reino Unido y África le dirigió para
conocer su parecer sobre la eficacia de la homeopatía para prevenir y tratar
estas dolencias. Los médicos que redactaron la carta se han puesto en contacto
desde ayer mismo con los ministros de sanidad de todos los países para hacer
pública y difundir la postura de la OMS. En la carta además les instan a que
eviten la utilización de la homeopatía para las enfermedades señaladas 


La carta que
ha dado pie a este debate sobre la efectividad de la homeopatía fue redactada
por médicos e investigadores- integrantes de The Voice of Young Science, una
plataforma que promueve el debate científico -, que trabajan en su mayoría en las
zonas rurales más empobrecidas de los países en vías de desarrollo. En el
documento explicaban la lucha que libran cada día en busca de tratamientos
contra las enfermedades que diezman a la población de estas zonas. Además
dejaban clara cual es su postura: el uso de la homeopatía para dolencias graves
está poniendo en riesgo muchas vidas. Pasaban a reseñar algunos ejemplos
recientes de terapias puestas en marcha por clínicas para tratar las cinco
enfermedades. Y por último, le pedían a la OMS que pronunciara su opinión al
respecto y lanzase una consigna de actuación.

La respuesta
por parte de los expertos de la OMS ha sido unánime: la homeopatía no es
efectiva ni para la prevención, ni para la cura del sida, la tuberculosis, la
gripe común, la malaria y la diarrea infantil. Joe Martines, director del
Departamento de salud infantil de la OMS, apunta que no han encontrado
«ninguna prueba de que la homeopatía pueda tener algún beneficio para
tratar la diarrea en niños.

La homeopatía no se centra en combatir la
deshidratación, y esto entra en total contradicción con las bases científicas y
con nuestras recomendaciones para tratar la enfermedad». Los expertos en
las otras enfermedades, coinciden en devaluar la homeopatía.

Por su parte,
jóvenes médicos e investigadores integrantes de The Voice of Young Science,
promotores del debate, van más lejos y advierten del peligro que está
entrañando la promoción de este tipo de terapias. Según Robert Hagan,
investigador biomolecular de la Universidad de St. Andrews (Escocia),
«necesitamos que los gobiernos reconozcan el peligro de promocionar la
homeopatía. Esperamos que difundiendo la postura de la OMS, conseguiremos
apoyar a la gente que está luchando contra estas prácticas, potencialmente
desastrosas». Para Juliet Stevens, interna en el Hospital Somerset State
en Ciudad del Cabo (Suráfrica), en los países en vía de desarrollo «el
coste mínimo de la salud pública es prohibitivo para la mayoría, y esto hace a
la población muy vulnerable a las terapias sin fundamento».

Las
cosideraciones de los investigadores veteranos que han participado del debate
van en la misma línea. «Como médico que tiene experiencia de primera mano
de los efectos devastadores de estas infecciones en África, estoy escandalizado
de que alguien pueda considerar tratarlas con terapias irracionales, infectivas
y no contrastadas. Todas estas enfermedades tienen tratamientos convencionales
accesibles, y emplear la homeopatía va contra la ética», apunta Peter
Flegg, físico del departamento de enfermedades infecciosas del hospital
Victoria.

En España el
24% de la población hace uso de las terapias naturales, entre ellas la
homeopatía. De momento no existe regulación sobre una disciplina que ejercen
60.000 profesionales, aunque el Ministerio de Sanidad ha hecho pública
recientemente su intención de establecer un código antes de que termine la
legislatura, con el objetivo de que se cumplan las condiciones de seguridad.

Las
enfermedades sobre las que la OMS se ha pronunciado causan millones de muertes
al año en los países más empobrecidos del mundo. Según datos de la OMS, en 2008
más de dos mil millones de personas contrajeron tuberculosis, y en 2006
murieron por ella 1,7 millones de personas. En 2006 hubo 247 millones casos de
malaria, que dejaron en torno a un millón de muertes, la mayoría entre los
niños africanos. En 2007, 33 millones de personas estaban infectadas por el
virus del sida, y murieron 2 millones bajo sus efectos.

La OMS
también apunta que el 16% de las muertes de niños menores de cinco años se
debieron a la diarrea en 2004. Y la gripe común causa entre 250.000 y 500.000
muertes cada año.