13 agosto 2010
Los tratamientos de sustitución de opiáceos mejoran la respuesta a la terapia contra el VHC en usuarios de drogas inyectables

Las personas usuarias de drogas inyectables, en la actualidad o en el pasado, pueden beneficiarse también del uso del tratamiento contra la hepatitis C si mantienen una buena adhesión a la terapia. Para lograr este fin, es importante llevar a cabo intervenciones específicas en esta población e implementar servicios que aborden la complejidad de la atención y el tratamiento de las diferentes enfermedades que afectan a las personas en situación de vulnerabilidad social


Todavía hoy algunos médicos continúan mostrándose reacios a tratar a usuarios de drogas inyectables (UDI) infectados por el virus de la hepatitis C (VHC), porque consideran que esta población de pacientes tiene más dificultades para adherirse de forma adecuada al tratamiento y seguir la programación de las visitas médicas, a pesar de que las directrices terapéuticas actuales recomiendan que las decisiones se tomen analizando caso por caso.

Sin embargo, cada vez son más los indicios que confirman que las personas usuarias de drogas inyectables, en la actualidad o en el pasado, pueden beneficiarse también del uso del tratamiento contra la hepatitis C si mantienen una buena adhesión a la terapia. Para lograr este fin, es importante llevar a cabo intervenciones específicas en esta población e implementar servicios que aborden la complejidad de la atención y el tratamiento de las diferentes enfermedades que afectan a las personas en situación de vulnerabilidad social.

En este sentido, un estudio griego reciente ha encontrado que aproximadamente dos terceras partes de un grupo de UDI que recibían al mismo tiempo terapia contra la hepatitis C y tratamiento de sustitución de opiáceos, consiguieron una respuesta virológica sostenida. El estudio también reveló que las personas a las que se administró buprenorfina tuvieron casi tres veces más probabilidades de adherirse al tratamiento anti-VHC que las que recibieron metadona.

Muchos centros y servicios de atención a personas drogodependientes ofrecen programas de mantenimiento con agonistas opiáceos, siendo la metadona uno de los más ampliamente utilizados.