A 31 de
diciembre de 2008, el Registro Nacional de Casos de Sida recoge un
total de 1.283 nuevos casos diagnosticados en nuestro país
durante el pasado año. El dato supone un descenso
del 16% en el número de casos notificados con respecto al
año 2007 y corrobora la tendencia a la baja
que se viene experimentando en España desde mediados
de los 90 en el total de nuevos casos.
Los notificados en 2008 suponen un descenso del 80% respecto a
los notificados en 1996, año previo a la
generalización de los tratamientos antirretrovirales de gran
actividad.
Con respecto a 2007, en el año 2008 se evidenció
un descenso del 17,1% en el número de casos entre los
hombres y del 11,6%, entre las mujeres.
Los casos notificados en el grupo de usuarios o ex-usuarios de
drogas por vía parenteral (UDVP) disminuyen un 22%,
manteniéndose la tendencia descendente iniciada años
atrás. Bajan también los casos atribuidos a
relaciones sexuales no protegidas, más de un 22% en su
conjunto (8,9% en la transmisión heterosexual y 13,4%
en las relaciones sexuales entre hombres).
A pesar del acusado descenso en prácticamente todas las
categorías, España sigue siendo uno de los
países con mayor incidencia de sida en Europa
occidental.
Para mantener la tendencia y mejorar la situación en
las áreas más desprotegidas, la
Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida recomienda
reforzar las medidas de prevención, especialmente dirigidas
al uso del preservativo, y potenciar las intervenciones destinadas
a promover la prueba del VIH, el consejo y el diagnóstico
precoz de la infección en personas que hayan tenido
prácticas de riesgo.
Se observa un predominio de la transmisión por
vía sexual, ya sea por relaciones heterosexuales u
homosexuales, que en conjunto supone un 50% de los
nuevos casos. De este total, el 31,8% corresponde a relaciones
heterosexuales no protegidas y el 18,1% a relaciones sexuales
entre hombres. La transmisión por vía parenteral ha
supuesto el 37,1% de los casos.
En lo que respecta a los datos por sexo y edad, el
77,4% de los nuevos casos corresponde a
hombres y la edad media al diagnóstico se
sitúa en los 41 años. La proporción de casos
pediátricos (menores de 13 años) se sitúa en
el 0,5%.
Las personas de otros países no han sido
determinantes en el origen de la epidemia en España,
ni en su expansión, pero representan ya una parte sustancial
de la misma. La inmigración en España ha
pasado de ser un fenómeno temporal y escaso a convertirse en
un fenómeno continuo y con tendencia creciente, que
consolida a nuestro país como destino de muchos inmigrantes.
A 1 de enero de 2008, este grupo de población representa el
11,33% del total, según datos del Instituto Nacional de
Estadística.
Hasta 1997 la proporción de casos de sida en personas
cuyo país de origen no era España estuvo por debajo
del 3%. A partir de 1998 la cifra subió progresivamente
hasta alcanzar el 27,9% en 2008. Sin embargo, el conjunto
de la inmigración en nuestro país procede
mayoritariamente de países con menor prevalencia del
VIH. Esto demuestra que, hasta el momento, esta epidemia
se ha producido fundamentalmente por transmisión
autóctona del VIH, sin repercusiones derivadas de los
movimientos de población internacionales.
Desde el inicio de la epidemia en España se han
notificado 77.231 casos de sida.