El programa de pisos es un recurso residencial intermedio de caracter transitorio donde en una vivienda normalizada ubicada en el núcleo urbano los pacientes realizan un programa individualizado de inserción socio-laboral, en ellos se procura que las capacidades adquiridas en la fase anterior por las personas con problemas relacionados con las drogas se adapten al entorno familiar, laboral y social que impone la vida real, garantizando la capacitación, independencia y autonomía del sujeto.
Es incuestionable la función social y laboral que se lleva a cabo en estos recursos, en ellos se consigue que los usuarios se responsabilizen de las tareas cotidianas y de las normas de conducta domésticas, que logren cambios significativos en su comportamiento, que incorporen hábitos de autocuidado e higiene en su vida de convivencia en el piso, que adquieran un alto grado de autonomía en lo que respecta a la toma de decisiones y que mantengan un alto grado de implicación y motivación a la hora de mantener su tratamiento.
En el plano laboral se fomentan actitudes favorables hacia la formación ocupacional y el empleo, la adquisición de habilidades profesionales y conocimientos encaminados a conseguir la inserción en el mercado laboral, si bien es cierto que la inserción laboral del usuario no solo depende de su capacitación, sino tambien, en buena medidad a las condiciones de empleo del entorno.
Los pisos, en definitiva, son programas con un elevado éxito social puesto que cubren necesidades de alojamiento y alimentación que se intercalan con la formación para la incorporación en el mundo laboral y una vida normalizada.
